Melomaniac

21 10 2007

Dice el viejo y conocido refrán que que la ociociad es la madre de todos los ositos… y definitivamente tiene razón. Pinche ocio! Se supone que debería estar avanzando mi trabajo para titulación, el cual trata sobre la ciudad de Venecia y el peligro que corre actualmente debido a su hundimiento PERO (porqué siempre hay un pero?!) revisando mi correo, encontré un mensajito donde WordPress, muy amablemete me recordába que tenía una cuenta alojada en su servidor, la cual hacia meses que había creado y NUNCA habia usado, y querían saber si alguna ves iba a decidirme a usarla, pues de no ser así, podrian borrarla y ceder ese espacio a algún otro bloggero ansioso de contar sus experiencias al mundo… y que creén? Que ni madres! Jaja! Como buena mexicana, me aperré a MI espacio y heme aqui.

Honestamente no tengo nada relevante que contar… la vida a mi cuarto de siglo de existencia se reduce a trabajo, trabajo y más trabajo. Deprimente mi caso, lo sé, pero no teman niños! Que no cunda el pánico, no todos estámos destinados a ese camino… si tienes la vida resuelta económicamente, no hay necesidad de trabajar! Jaja! Pero si eres de los necios como yo que necesitan de libertad e independencia total, tanto como necesitamos respirar, entonces sí te tendrás que fletar unos cuantos años para alcanzar tus objetivos, así que «arrieros somos y en el camino nos encontramos«.

En fin… mejor cambiémos a un tema más amable… como la MUSICA! Una de las más grandes pasiones en mi vida. He de confesar que soy una melómana enfermiza; a todos y cada uno de los momentos de mi vida, lo acompaña una canción; buena, mala, pésima, en inglés, español, alemán, hip hop, rock, pop, electro, LO QUE SEA! Pero cada momento de mi vida vá marcado con una canción en especial. Y justo ahora estoy atravesando por una época donde estoy descubriendo y re-descubriendo bandas de rock en español… tristemente ningúna banda nueva o que esté en auge. ¿PORQUÉ? Porque todo lo poco o mucho que he escuchado hasta ahora, es basura, crap, merde, caquita, fuchila! Tooooooooodas esas banditas sin identidad me deprimen, me dán flojera, me dan tristeza. Estoy segura que si Joey Ramone viviera para escuchar y ver a esas banditas chafas, le daría tal patatus que se volvería a morir. Oh si! OJO! Este es mí blog, y es mí punto de vista. Si tú, mi queridísimo y despistado lector, eres fan de algúna banda que encaja en la categoría antes mencionada, no te sientas ofendido. Estás en todo el derecho de escuchar lo que te dé la gana y es completamente respetable… tal y como yo estoy en el derecho de dar mi opinión al respecto. Tampoco me lavo las manos y debo admitir que -como todos- tengo una enorme cola que me pisen (sin albur, no sean manchados!) o sease, tengo mis «resbalónes musicales», mis «gustos culpables», pero saben qué? Me encantan! Mta! No hay nada más chido que ser fan de AC/DC y admitir que en mi pubertad fuí fan de Backstreet Boys! Awe! Orgullosamente puedo decir que no soy esclava de ningún género musical y que mi abanico de opciones es interminable. No me cierro a ningun género, trato de escuchar de todo, de probar un poco de aquí y de allá, y ya con conocimiento de causa, decidir si merece o no formar parte del soundtrack de mi vida.

Afortunadamente he crecido rodeada de personas que provienen de ambientes completamente diferentes, y esa diversidad me ayudó a tener un panorama mucho más amplio en todo aspecto. Oh si, soy muy afortunada.

Y bueeeeno… hermanos, la misa ha terminado.