Yo digo que son jaladas…

23 10 2007

… no sé ustedes como le llamen, pero eso de estacionarse en doble fila para recoger al chamaco de la escuela, son jaladas, por no decir otra cosa. Si, ya se que no entienden nada, asi que dejenme les explico que pasó…

Bien, resulta que hoy por la tarde, justo cuando me dirigia a mi carrito (aka «Toyo» o «mi gordito») para ir a casa a la hora de los sagrados alimentos, descubro que una lancha -ya saben, de esos carros viejitos y largos como la cuaresma– estaba estacionada en doble fila y me obstaculizaba la salida. Maldición!

(!) Porqué justo cuando mas prisa tienes, cuando más hambre tienes, cuando más te urge llegar a tu destino, SIEMPRE hay algo que te lo impide?!

Total, que a falta de un responsable, me trepé al carro con la firme intención de esperar al susodicho -realmente no tenía otra opción, je- y comentarle de la manera más amable posible, que era una falta de respeto y educación enorme eso de dejar estacionado el carro en doble fila. Prendi el estereo y me puse a babosear el panorama. Asi pasaron 5 minutos… 10… 15… cuando de pronto, aparece una patruya. Abuela! … Si Chucha, como no. Trinche patruya se siguió derecho y ni pío dijo. WTF?!

La verdad ya no se ni porqué me sorprendo, si es bien sabido que «los señores justicia» y la Carabina de Ambrosio sirven para exactamente lo mismo. Meh!

Esque de verdad que no es posible que cosas así pasen en sus propia narizota y no hagan nada! No es posible que en ésta ciudad seas libre de estacionarte en doble fila, obstaculizando las rámpas para discapacitados, puedas rebazar por el carril de la derecha, ir a 40 km/hr en el carril de alta, hablar por celular mientras conduces, no prender las direccionales, dar vuelta en U donde quieras y pasarte los señalamientos por el arco del triunfo, sin que NADIE te diga NADA.

No es que yo siga el reglamento de tránsito al pie de la letra, de hecho he de confesar que soy bastante patóna, pero no hago semejantes animaladas! Argh! Esque no tienen otro nombre! Digo, si no hay señalamientos, ni paper! Uno le hace como pueda y como Diosito nos dió a entender, pero si las hay… carajo! Hay que respetarlas, por algo están! Y neta que uno nunca sabe cuándo va a estar en el lugar del pendejo que se quedó encerrado porque pusiste tu carro en doble fila «nom’as de rapidito», o cuando te toque ir atrás de un imbécil que va hablando por el cel y te dá un cerrón mal plan porque no te vió por andar pendejeando, o no sé.

Sueno como la tia solteróna que no salió ni en rifa, pero neta neta que encabrita ¬¬

Y bueno… este fué un dia más en la vida de su segura servilleta. Cuidenselo mucho chamacos, y procuren no caer en este tipo de macuarradas porque uno nunca sabe cuándo le va a tocar estar del otro lado. Que les sea leve!